Columnista, Solange Carmine

En primer lugar, agradezco se me haya dado la oportunidad de formar parte y, participar como columnista de este nuevo medio de comunicación digital, que plasmará un sello distinto, pluralista y transversal en la forma de dar a conocer el acontecer nacional y principalmente regional.-
Este medio de información me permitirá manifestar mi opinión, en temas relevantes y de interés para con la ciudadanía. Mis planteamientos serán expresados en forma libre, democrática y siempre objetiva, lo que me ha caracterizado en el ejercicio de mi cargo de concejala, postura no siempre bien entendida por algunos, los menos eso sí.
Asimismo, daré a conocer las razones de mi votación dentro del concejo, en aquellos temas que resultan más sensibles para la comunidad, pudiendo argumentar, con mayor profundidad, mi decisión ante tal instancia.
Aprovechando esta primera intervención, quisiera hacer una reflexión respecto de un tema que por lo menos, dos veces a la semana, ocupa una portada o se le dedica algún artículo y es, la violencia de género. Conocimos el asesinato cruel y despiadado de una mujer en Santiago, que murió en manos de unos delincuentes. En nuestra ciudad, recientemente se dictó fallo en causa seguida sobre homicidio en contra de una mujer y dos de sus hijos, crimen cometido por quien fue el cónyuge de la desafortunada mujer. Ambos hechos tienen aristas escalofriantes, que remecen a toda una sociedad. Pero, qué hacemos para evitar tales actos sanguinarios?, sólo lamentarnos? La maldad se está enquistando en nuestra sociedad, ya nada nos impresiona. Los asesinatos, violaciones, abortos pasan a ser sólo un tema más que provoca conmoción momentánea y luego, pasan al olvido colectivo. Este es un problema de Estado que debe ser abordado como tal, pero con acciones concretas y, en un muy corto plazo, para así evitar que se sigan suscitando hechos de tan deshumanizada naturaleza