Chahin: La oposición no es una sola y la DC vota en autonomía e independencia

En entrevista con La Tercera, el timonel democratacristiano sostiene además que “requerimos de un pacto económico y social urgente”, y manifiesta que “la carga de la prueba está en el gobierno” para lograr los acuerdos necesarios.

En una semana en que la postura de uno de sus camaradas, el diputado Mario Venegas, fue clave para que se aprobara el proyecto Aula Segura -empujado por el gobierno-, desechándose todas las indicaciones propuestas desde el Frente Amplio y la ex Nueva Mayoría, el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin, da claridad de cómo el partido seguirá enfrentando la relación con el Ejecutivo. El exparlamentario puntualiza que la autonomía de su colectividad “significa que no necesariamente vamos a actuar solos, podemos actuar con el resto de la oposición, pero tampoco necesariamente acompañados”. También emplaza al Presidente Sebastián Piñera a cambiar el tono y buscar acuerdos mejorando proyectos y aceptando aportes desde los partidos de la vereda de enfrente.

 

¿Cómo definiría la relación actual de la DC con el gobierno?

 

Tenemos diferencias profundas, estamos en la oposición. Para nosotros lo de Luis Castillo no está superado y vamos a continuar exigiendo su salida. Sin embargo, entendemos que la DC tiene que jugar un rol en la búsqueda de acuerdos que nos permitan ir solucionando temas largamente pendientes. Nos preocupa que por poner posiciones rígidas, polarizantes, y hacer política de trinchera de uno y otro lado, terminemos con escenarios propicios para populismos de izquierda y derecha.

Lo que esperamos dista mucho de lo que planteó el gobierno. ¿Qué aspectos valoramos? El aumento del pilar solidario, pero por lo menos el ajuste del 10% real debiera desacoplarse de la reforma y hacerse ahora, a enero de 2019. Luego el aumento de la cotización, que sea este 4% de cargo del empleador, va en la línea de que este sea un sistema con aportes tripartitos, nos parece insuficiente eso sí. Sin embargo, nos parecen algunas cosas incomprensibles, como que la competencia eventual se circunscriba al 4%, lo que consolida los oligopolios de las AFP. No hay ningún cambio significativo que permita generar condiciones de confianza frente al sistema. Además, nos parece que no avanza hacia un verdadero sistema de seguridad social.

 

En una negociación se puede ceder. ¿Cuál es el punto clave para respaldar con votos el proyecto?

 

Por cierto que tenemos disposición a construir un acuerdo, pero a mi juicio hay que salir de esta lógica del eslogan, donde por un lado algunos dicen solo no más AFP, sabiendo las complejidades prácticas que tiene implementar algo de esa naturaleza, y por otro lado el gobierno que lo que dice es más AFP. Esos dos extremos lo que hacen es entrampar la posibilidad de un acuerdo y de poder dar realmente una respuesta a los jubilados, que esperan que nosotros le pongamos fin a este crimen social. Si el gobierno quiere realmente avanzar, tiene que ceder y ser capaz de que más allá del pilar solidario, avancemos a un verdadero sistema de seguridad social y le metamos mano al sistema de AFP.

 

¿Cuál es la visión sobre la reforma tributaria?

 

Esta no es una simplificación, es una verdadera contrarreforma. Creemos que más allá de los instrumentos particulares, lo importantes es acercarnos en función de ciertos principios y nosotros hemos definido cuatro: no debilitar la progresividad, no debilitar la capacidad de fiscalización, que tenga un impacto positivo en el crecimiento económico y que no disminuyamos la recaudación. Si discutimos principios, y de ahí nos ponemos de acuerdo con los instrumentos, es posible avanzar.

 

El diputado Giorgio Jackson emplazó a la oposición a actuar con unidad en la reforma tributaria. ¿Usted lo comparte?

 

El diálogo con la oposición va a existir, obviamente, pero nosotros vamos a hablar con autonomía. No necesariamente vamos a actuar como el resto de la oposición. Si efectivamente logramos incorporar cambios que garanticen estos cuatro principios y que permitan incorporar elementos que den cuenta de estos objetivos que nos hemos trazado institucionalmente como prioritarios, a mí me parece que no tenemos cómo negarnos. Ahora, si efectivamente la reforma se mantiene como está, nos parece evidente que no podemos aprobar la idea de legislar. Por lo tanto, el peso de la prueba hoy día la tiene el gobierno. Nosotros, más que mirar qué es lo que hacen otros, vamos a defender principios y nuestro enfoque para discutir la reforma tributaria.

 

La DC permitió aprobar el proyecto Aula Segura en la Comisión de Educación de la Cámara. ¿Puede pasar en otros proyectos que los votos se transformen en claves?

 

A mí me parece que este proyecto es muy distinto del que ingresó el gobierno. Quiero valorar el acuerdo que se hizo en el Senado, que mejoró significativamente un mal proyecto y que lo transformó en un mejor proyecto, y el propio gobierno así lo ha reconocido. Nuestros diputados, tal como lo dijo el jefe de bancada, están en condiciones de respaldar este proyecto. Es un proyecto que es necesario hay que dar más herramientas para enfrentar los problemas de convivencia escolar. Nosotros sabemos que hay temas mucho más profundos, pero esto da al menos una herramienta para poder enfrentar los síntomas de esos problemas más profundos que hoy derivan en problemas graves de violencia en los establecimientos escolares.

 

¿Es la DC la que tiene que buscar incidir en los proyectos o es el gobierno el que tiene que conquistar sus votos?

 

Nadie sigue a un partido que no influye, nadie sigue un vagón de cola, y por lo tanto hoy la DC tiene que demostrar que tiene capacidad de influir, que tiene poder político para defender sus ideas y para poder buscar soluciones. Creo que esa oportunidad tenemos hoy día desde la oposición. Los chilenos ya se dieron cuenta de que la promesa de los “tiempos mejores” se la llevó el viento, por lo que al gobierno esa lógica de atacar a la oposición, de decir que son antipatriotas y actuar con soberbia, no lo conduce a ningún camino. Si queremos realmente avanzar, lo que se requiere es capacidad de diálogo y la DC tiene la disposición a dialogar, pero es el gobierno el que tiene la carga de la prueba. El diálogo no puede ser “o te sumas a mi proyecto tal como está o eres un antipatriota”, ese no es diálogo. La DC está disponible para conversar porque nos mueve el bien común, pero la carga de la prueba la tiene el gobierno, y debe tener capacidad no solo de escuchar, sino que también de aceptar e incluir las propuestas que podemos hacerle.

 

¿Los senadores de la DC tienen mayor independencia para alcanzar acuerdos con el Ejecutivo?

 

Esta es una estrategia de reposicionamiento, en cada uno de los temas hemos fijado posiciones institucionales que han sido debatidas en las comisiones que hemos creado en el partido y sancionadas en el consejo nacional. Algunos probablemente pueden tener matices, tonos distintos, más duros, más complejos, pero la posición muy mayoritaria de la DC es la que ha ido sosteniendo la directiva y que además ha ido teniendo un respaldo mayor tanto en el consejo nacional como en los parlamentarios.

 

¿Están dispuestos a pagar el costo con la oposición por su forma de negociar con el gobierno?

 

¡Si la oposición no es una sola! Así como cuando la oposición presentó la acusación constitucional a determinados ministros y la DC se enteró por la prensa, lo hacen en su legítimo derecho, pero eso también nos permite a nosotros actuar y votar con mayor autonomía e independencia. Por cierto que en muchos temas vamos a actuar en bloque con la oposición y muy alineadamente, por ejemplo, si el gobierno pretende retroceder en gratuidad en la educación, retroceder en derechos sociales, va a haber una fuerte unidad de la oposición y estaremos con otros sin complejos, pero también votaremos distinto a la oposición, sin complejos, si hay un proyecto bueno para el país y que de alguna manera podamos lograr acuerdos que beneficien a Chile. Actuar con autonomía significa que no necesariamente vamos a actuar solos. Podemos actuar con el resto de la oposición, pero tampoco necesariamente acompañados. Eso es lo que hoy día define el rol de la oposición nuestra, crítica, fiscalizadora, pero también propositiva.

 

¿No hay algo de contradicción con lo que se ha planteado con la permanencia de Luis Castillo y la forma en la que hoy están actuando?

 

Ninguna, porque Luis Castillo sigue siendo alguien a quien no le reconocemos ninguna autoridad. Él no es interlocutor válido, el problema lo tiene el gobierno que tiene un subsecretario políticamente interdicto que no es recibido en ninguna de las comisiones del Congreso. Espero que el gobierno en algún momento recapacite. Sin embargo, no podemos renunciar a nuestro rol de hacer política y que la opinión de la DC se exprese en la discusión de los distintos proyectos, y a eso no vamos a renunciar por culpa de un subsecretario como Castillo, porque sería sobredimensionar su figura. Para nosotros simplemente él no existe.

 

En la última encuesta Criteria, Sebastián Piñera cae 11 puntos en su aprobación. Según la encuestadora se debe a aspectos económicos. ¿Cree que en estas condiciones el Ejecutivo no puede imponer sus términos?

 

Ya se acabaron las excusas. Tenemos un crecimiento ramplón, un desempleo disparado, un aumento en el costo de la vida, los alimentos, un aumento en el precio de los combustibles, del transporte público, un aumento de los índices de victimización y una disminución de los recursos que nos permiten enfrentar estos temas. A mí me parece que este gobierno generó mucha expectativa con los “tiempos mejores” y la realidad es muy distinta: en las áreas que nos permiten enfrentar con éxito sus promesas lo que hace es disminuir el presupuesto. El problema es que con esto puede aumentar la desconfianza, la frustración y la distancia de los ciudadanos con la política, y a nosotros nos preocupa, porque eso puede generar caldo de cultivo para el populismo. En la derecha algunos parten a abrazar a Bolsonaro y a mirarlo como un referente, y hay otros que siguen viendo a Venezuela como un gobierno que admiran y que, lejos de condenar, siguen respaldando.

 

¿Qué propone ante la actual situación?

 

Los chilenos no pueden esperar. Requerimos de un pacto económico y social urgente, en un entorno crecientemente polarizado, vociferante y poco dialogante. Eso es lo que espera la ciudadanía. Y en ese sentido, la DC está siendo y seguirá siendo el eje de encuentro y sensatez político, ético y programático que garantice ese pacto de desarrollo inclusivo para todos los chilenos.

 

Pero el gobierno ganó con una amplia diferencia…

 

Aquí ganó Piñera, pero no ganó Chile Vamos. No es mayoría en ninguna de las dos cámaras y, por lo tanto, el gobierno tiene que entender que el camino de la confrontación y enfrentamiento es un camino sin destino, y que la tentación de tratar de imponer sus ideas lo va a llevar al fracaso. El camino es la búsqueda de acuerdos institucionales, un diálogo que permita acuerdos sostenibles y que, en definitiva, se abandonen ciertas banderas absolutamente ideologizadas. La carga de la prueba, insisto, la tiene la gobierno, y a mi juicio tiene que abandonar la estrategia que ha primado durante los primeros meses porque o si no lo va a llevar al fracaso.