Columna de Eugenio Tuma: A democratizar el impuesto al combustible

Hoy la bencina de 95 octanos alcanza un valor superior a los $750 pesos el litro, somos el país más caro del mundo en el costo de este combustible, básicamente porque tenemos un impuesto específico que sólo lo pagan algunos y otros gozan de excepción de pago.

El origen del impuesto específico para las bencinas fue crear un ingreso extra transitorio para el Estado con la finalidad de reponer las carreteras y caminos dañados por el terremoto del año 1985. Por ello se estableció un impuesto a los combustibles de 6 UTM por m3 ,es decir $360 por concepto solo de impuesto por cada litro que se consume para generar US 2 000 millones al año como recaudación fiscal .

Sin embargo,  solo el 20% del total del consumo nacional de bencina se usa en transporte de vehículos menores que son los que pagan este gravamen, el resto NO lo paga . Las mineras ,la industria aeronáutica, las navieras y el transporte mayor no lo hacen si todos lo pagarán se reduciría a 1\5 el impuesto a todos los consumidores es decir a $50 y tendríamos un precio hoy para el consumidor del orden de solo $440 por litro con la misma recaudación fiscal.

No existe ninguna razón económica, ética ni moral que justifique esta odiosa discriminación que favorece a los industriales y grandes compañías haciéndole pagar un precio excesivo y abusivo a los consumidores. Democratizar esta obligación es de plena justicia para todos los chilenos.