Columna de Iván Cerda: El covid le da un respiro al planeta

Pareciera ser una señal divina que provoco una contienda natural entre una pandemia sanitaria y una peste química que asfixia el planeta en nuestra desatada crisis antropogénica.  Mientras el Covid le arrebata el oxigeno a la humanidad castigando sus excesos, paradójicamente le permite dar un breve respiro al planeta reduciendo un 17% las emisiones de Dióxido de Carbono con respecto al año recién pasado. Lo que fue inalcanzable para el famoso Acuerdo de Paris en 5 años lo hizo posible el Covid durante el primer trimestre de este año dando una certera puñalada en el corazón industrial de Europa y azotando sin piedad al resto de las cinco economías más desarrolladas de la tierra y responsables directos del 80% de las emisiones globales que concentran los más altos índices de polución industrial como China, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la India  esparciendo sobre 50 Giga toneladas de CO2 al año (equivalente a 50.000.000.000.000 de Kilos a la atmósfera), por su parte nuestro país es un pasivo espectador y victima pandémico que aún no supera el 0.1% en esa escala global y que se encuentra en medio de esta contienda. No obstante, los expertos siguen estando muy preocupados dado que, a pesar de reducir las emisiones directas producto del confinamiento extremo, la paralización parcial de la manufactura y la industria pesada, la concentración particulada sigue implacablemente alta y concentra niveles atmosféricos donde nunca antes un ser humano ha sido expuesto. Lejos de ser apocalíptico, la UNEP (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) ha señalado claramente que de no cambiar nuestros hábitos de consumo  y reducir severamente un 7,8% nuestras emisiones anuales durante los próximos 10 años la temperatura del planeta subirá por sobre los dos grados desatando climas extremos y dejando a su paso muchísima  mas destrucción y muertes que la actual pandemia que al parecer está completamente alineada con el planeta y lejana a las aspiraciones e intereses de una humanidad que no percibe las señales de la naturaleza.