Columna de Patricio Poza: “Educar en tiempos de cuarentena”

La crisis del covid-19 ha dejado al descubierto que ninguna nación del mundo estaba preparada realmente para enfrentar una pandemia de tan alto nivel en áreas como la salud, la economía y la educación; esta última, con amplias dificultades para ser implementada.

Aún con la incertidumbre de si es necesario suspender por completo el primer semestre académico, debido a que nuestras autoridades no han dado respuestas adecuadas a esta posible realidad, las distintas casas de estudio regionales han dispuesto variadas maneras de “estudiar” y “aprender” con la mayor “normalidad” posible.

¿Se puede continuar con este proceso académico si existen serios problemas que afectan a las y los estudiantes?

¿Cómo le pedimos a un estudiante de Lumaco, donde el acceso a Internet es sólo del 20%, que aprenda si no cuenta con conectividad y tecnología suficientes? ¿Podemos seguir insistiendo en aquella modalidad online si la mayoría apenas puede conectarse a Whatsapp? ¿Pueden realmente “aprender” si es que el único punto de red accesible es el campus de la Universidad o el CFT? No olvidemos que vivimos en la región más pobre del país.

¿Qué medidas se dispondrán para las carreras más “prácticas”, como odontología, kinesiología o construcción? ¿Es que vamos a hacer un tabique o realizar una extracción online?

Considero que se debe evaluar seriamente suspender el primer semestre, dado que ni siquiera hay fecha para el término de esta crisis sanitaria. Lo más conveniente es idear una estrategia por parte de las instituciones de Educación Superior para abordar todas las complejidades posibles.

Creo que es tiempo también de pensar qué apoyo darán a sus estudiantes. Son tiempos en donde no se están ocupando los establecimientos, ni se está pagando agua o la luz, o incurriendo en costos de limpieza. Pensemos seriamente en reorientar el gasto hacia la rebaja de los aranceles o el congelamiento de las mensualidades.

Dado que la educación en línea nunca será igual y de la misma calidad que la presencial, es necesario pensar en serio sobre las formas adecuadas de educar en tiempos de cuarentena, para que sean reales aquellos llamados a la unidad y la solidaridad.