Columna de Patricio Poza: “Más claro que el agua”

“Fundamentalmente lo hacemos porque consideramos que el voto rechazo es el que permite y asegura que los cambios constitucionales que el país necesita, se realicen dentro de la institucionalidad democrática a través de procedimientos institucionales conocidos y seguros”. Esta frase decía Andrés Allamand el pasado martes 7 de enero cuando junto a casi todos los senadores de RN informaban que votarían por el rechazo a una nueva constitución.

Si bien rechazar la posibilidad de escribir una nueva carta fundamental en democracia y con la participación de los ciudadanos es una opción válida (la cual no comparto, pero si respeto), ¿cómo podemos creer que los cambios se pueden realizar desde la institucionalidad como el congreso, si un par de horas después de esa cuña votan los mismos senadores en contra de consagrar el agua como un bien de uso público?

Los chilenos y chilenas están exigiendo una sociedad más justa, con menos privilegios y en donde podamos avanzar y concordar mínimos comunes para vivir en sociedad. Por otro lado, el cambio y la crisis climática están presentes y no son un cuento que puede no realizarse, la sequía en zonas céntricas de Chile o incluso en comunidades de la provincia de Malleco en nuestra Araucanía es una realidad. Si consideramos este marco ¿Cómo entendemos que hayan votado en contra?

Quizás, para algunos honorables que tienen intereses encontrados es entendible su votación, pero lo que no me explico es la decisión de senadores de la región que simplemente le dieron la espalda a una demanda de sus propios electores.

El estallido social tiene como principal característica la desconfianza que se ha ido generando en las últimas décadas entre la ciudadanía con las instituciones y más específicamente, con las instituciones políticas.  ¿Cómo podemos garantizarles a las personas que efectivamente los cambios que exigen se realizarán desde la institucionalidad vigente? ¿deberíamos entender que en otro tema sensible como el de pensiones tampoco existe el ánimo de mejorar o cambiar el sistema? Las respuestas que veo a estas interrogantes no son muy alentadoras.

Es momento de cambiar la forma en como se están haciendo las cosas en nuestro país, pero todos debemos poner de nuestra parte. No quiero ser pesimista, pero para mí está mas claro que el agua; hay un sector que no quiere realizar cambios de fondo en nuestro país y quiere seguir escondiendo la pelotita. Es triste, pero es lo que tenemos.