Columna Pastor Esteban Fonseca: Dichosa la nación cuyo Dios es El Señor

Las Santas Escrituras nos informan que desde que Adán y Eva desobedecieron la instrucción del Altísimo en el huerto, todas las generaciones posteriores han querido rebelarse contra Dios. El apóstol Pablo tratando de encontrar la razón de esa rebeldía, concluye que es producto de una naturaleza pecaminosa, que está inherente en cada ser humano que aunque desea hacer lo bueno, busca lo malo. Pero también termina diciendo que solo Cristo en el corazón del hombre puede tornarlo a un camino verdaderamente recto.
Dios en su infinita misericordia ha estado pendiente en el ser humano desde que lo creó. Le dolió cuando el ser humano se soltó de su mano y desde aquél entonces, ha querido volverlo a él. Les llamo a través de sus profetas, les dio leyes para que el hombre dejara de hacer lo malo y volviera su rostro al omnipotente y finalmente trajo a su propio Hijo Jesucristo quien es el camino la verdad y la vida, con el fin de que todo hombre y mujer pudieran encontrarse con el Padre celestial. Pero en cada generación no todos han querido y hoy nos encontramos con muchos que desean vivir en una completa anarquía espiritual, sin Dios, sin ley, lejos de lo revelado por el Creador.
Mientras hoy vemos el rechazo violento contra Dios, partiendo de muchos gobernantes e instituciones mundiales, también disparan contra él aquellos que dicen ser cristianos.

Muchos se atribuyen el nombre de cristianos, pero no conocen la Biblia. Si la conocieran, no solo profundizarían su fe sino que levantarían su voz ante todo ataque que se realiza apoyando leyes que son contrarias a la moral cristiana como la identidad de género, el aborto y otros.
Dios ha dicho que los que le temen serán bendecidos por El. Hoy no se teme a Dios. No estoy hablando del temor que un hijo le tiene a su padre cuando le castiga indebidamente. Estoy hablando del temor reverente, el respeto, el amor y el estar atento a lo que Dios dice a través de su Palabra. Dios es soberano, santo, y padre de Amor. En su soberanía, ha dictado sus leyes y ha establecido sus decretos. Todo hombre que le teme, verá su bendición y al contrario, todo aquél que no lo hace no conocerá su poder y su amor y vivirá su propio descontento y desolación
Dios ha determinado bendecir a las naciones a los pueblos y a la gentes de todo este globo, pero la decisión siempre la tendrá el ser humano. O le rechaza o se allega a él y a su caminar.
Para dar validez a lo que digo, le dejo con lo que El mismo ha dicho a través del salmista.
“Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor…el Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad; el contempla desde su trono a todos los habitantes de la tierra y conoce sus intenciones” Salmos 33:12-15.