Senador Francisco Huenchumilla Jaramillo – Discusión sobre el tercer retiro del 10% 

Esta semana el Senado deberá discutir dos proyectos de ley que requieren modificaciones constitucionales ya que fueron de iniciativa parlamentaria, en tanto que la Constitución le da la iniciativa exclusiva al presidente de la República en estas materias en tanto su naturaleza sea legal y no constitucional.

Como ha señalado Fernando Atria en una reciente entrevista, es absurdo argumentar que una reforma constitucional, que cumpla con las reglas establecidas al efecto en la misma constitución, sea declarada inconstitucional. En tal caso, sería imposible reformarla al no haber mecanismos constitucionales que lo permitan. Desde luego, esa no puede haber sido la intención del constituyente por muy conservador que haya sido. Por lo demás en los casos en consideración, reformar la Constitución requiere supra mayorías de 60% (3/5) de los senadores y diputados en ejercicio. Es decir, una mayoría contundente en favor de los cambios.

El tercer retiro

El único motivo para permitir el retiro de los fondos ahorrados en las AFP es hacerse cargo de un desastre económico que el Gobierno del Sr. Piñera ha preferido no enfrentar y, obligado a hacerlo, lo ha hecho a regañadientes y con timidez, de forma insuficiente y tardía.

Como se ha dicho, las personas han retirado US$33.320 millones, ¡más de 13% del PIB! de sus ahorros para enfrentar la vejez. Buena parte de los retiros se han usado directamente en el consumo de las familias; otra parte ha ido a pagar las deudas de alimentos que estaban pendientes de pago, que también ayudan a las familias y especialmente a los niños y niñas de nuestro país; y otra parte importante ha sido ahorrada.

Esto último no debe ser ignorado por que refleja la desconfianza de los chilenos en el Estado y los gobiernos que lo administran. Las personas prefieren tener control sobre los mecanismos que les permitirán protegerse en la próxima crisis antes de correr el riesgo de que un próximo gobierno no reaccione como debe, protegiéndolos de la adversidad.

El tercer retiro, como los dos anteriores, es una mala política pública. Pero mucho peor es condenar a las familias chilenas que aún tienen ahorros en las AFP a tener problemas para alimentarse y satisfacer sus necesidades básicas incurriendo en deudas onerosas.

Lo han dicho muchos economistas de nuestro país y lo ha subrayado el FMI al señalar públicamente que en el caso chileno no se justifica retirar fondos de las AFP o del Seguro de Cesantía, porque el Estado tiene espacio fiscal para ir en apoyo de las familias y empresas del país.

Este gobierno, incompetente en lo económico y vacilante en lo político, ha obligado a las chilenas y chilenos a canibalizar sus ahorros para poder sobrevivir. La historia no los absolverá.

En las tristes circunstancias que viven buena parte de nuestros compatriotas, la única opción ética es votar en favor del tercer retiro.