Columna de Nataly Curihuinca: Voz Mujer Mapuche

Cuando se ha crecido alejada, coartada de la cultura mapuche; cuando eres una descendiente directo de este hermoso legado y te sientes fuera de lugar al no conocer tus raíces, tradiciones, lengua  y su cosmovisión, es desolador. Pero es aún más lamentable cuando este desconocimiento ha sido causado por tus progenitores, es decir, que sean ellos quienes por motivos como el temor a las burlas, a ser discriminados, a  no ser respetados por tener tradiciones diferentes al lugar en el que viven, tomen tal decisión de autocensurarse. Este tipo de violencia que no deja marcas físicas, nos está dejando marcas que traspasan generaciones y el tiempo no sana.

Hoy en día, estos actos aún siguen ocurriendo, en el walmapu y lejos de él, en donde, poco a poco el temor se apodera de algunos de nuestros lamngen, que prefieren ocultar sus creencias,  conocimientos, ritos y lenguas, que nos está llevando a que poco a poco nuestros principios valóricos y culturales de nuestros antepasados se pierdan, sumándose a  esta invisibilidad que cubre a nuestro pueblo. Es por eso, que como mujeres de este siglo, debemos levantarnos y ser el vínculo entre este legado hermoso que nos dejan las generaciones pasadas y esta nueva sociedad de grandes avances tecnológicos. Seamos el resguardo y no el desconsuelo de nuestra cultura, no dejemos que se desvanezca en el tiempo, ya que, será nuestra constancia y enseñanza a  tañi pichiqueche (nuestros niños), que lograran que nuestras futuras generaciones digan: Inche compalen tañi yenielen kuifigülam (yo llevo la herencia y consejos de mis antepasados).

 

“Este proyecto es financiado a través del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de La Araucanía”