Indap potencia los proyectos de riego en La Araucanía ante crisis hídrica y cambio climático

Este año se ha caracterizado por una baja notable de precipitaciones a nivel nacional. Esta situación preocupa al sector agrícola, ya que estamos cerca de la temporada estival, donde las temperaturas aumentan y el agua debe ser aprovechada al máximo en las zonas rurales. Consciente de esta problemática, INDAP Araucanía se anticipó a reducir los posibles efectos negativos que pudiesen afectar a la Agricultura Familiar Campesina.

Carlos Haverbeck, ingeniero agrónomo y encargado regional de la Unidad de Riego del servicio, dijo que aunque efectivamente este año las precipitaciones han sido menores, según la estadística histórica que entregan las estaciones agroclimáticas de INIA, se debe tener en cuenta que éstos son procesos cíclicos, con lluvias abundantes y luego déficit.

“Para INDAP ésta es una oportunidad de apoyar con firmeza a los agricultores a través de nuestros programas de riego Individual o asociativo, inscripciones, regularizaciones o perfeccionamientos de derechos de aprovechamiento de agua, de tal forma que puedan acceder a proyectos que aumenten la eficiencia en la utilización del recurso hídrico”, puntualizó el profesional.

Estrategia ante cambio climático

Para la directora de INDAP Araucanía, Carolina Meier, parte de la estrategia para maximizar el uso del agua en la Agricultura Familiar Campesina es impulsar fuertemente el desarrollo de proyectos de riego, para lo cual este año el servicio destinó más de $1.800 millones para riego tecnificado, inscripción y regularización de derechos de aprovechamiento de agua. “Sabíamos que éste sería un año complejo desde el punto de vista hídrico, por lo tanto nos anticipamos a los efectos negativos y ya hemos beneficiado a 688 pequeños agricultores con proyectos de riego, generando 218 nuevas hectáreas que ahora son útiles productivamente”, aseguró.

La autoridad resaltó que también hay recursos frescos del Gobierno Regional por $1.000 millones, los que aumentarán el número de agricultores beneficiados con programas de riego, en los que se dará prioridad a quienes deseen establecer frutales mayores y menores.