Core Marcelo Carrasco: “El futuro electoral en Chile”

El voto en Chile es voluntario desde 2012. Desde entonces, la participación ciudadana se ha reducido considerablemente. De hecho, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017 votaron 7 millones de personas, es decir, hubo un 51% de abstención de acuerdo a la información del Servicio Electoral (Servel). El presidente chileno, Sebastián Piñera, ganó en esa instancia con casi 3,8 millones de votos. Actualmente, hay 14.796.244 personas habilitadas para votar.

“Chile es conocido como uno de los países con una de la participaciones en elecciones más bajas del mundo. El presidente actual fue elegido con menos del 50% del universo electoral en 2017 y en las elecciones de gobiernos locales en 2016 votó solo un 35%. Estas estadísticas son impactantes para una democracia y en un país OCDE”, explicó a DW Simone Reperger, representante en Chile de la fundación alemana Friedrich Ebert.

Pero lo que ha sucedido hoy es inaudito, la convocatoria a estas primarias ha sido una de las mas bajas de las estadísticas en Chile, y esto claramente debe preocupar no solo al mundo político si no también a los ciudadanos, debido a que estaremos entregando la facultada de generar políticas publicas a personas que serán electas democráticamente en un proceso igual de democrático, pero con una muy baja representación, implicando una desconexión del pensamiento político y la ciudadanía, de forma que muchas de las demandas de hoy que posee el ciudadano común, no se han tomada en cuenta.  Esto principalmente por que los conglomerados políticos de todas las tendencias, solo escuchan, hablan y se focalizan en sus respectivos electorados, esto claramente con un calculo matemático muy orquestado. Esta situación es muy riegosa para cualquier democracia, principalmente por que la frase tan escuchada en las ultimas manifestaciones en Perú y Guatemala, “Este gobierno no me representa”, también se puede poner de moda en nuestra ciudadanía, y tiene mucho asidero en que si bien existe el mecanismo de votación y la institucionalidad que lo gestiona de forma rápida y transparente, al parece ya no basta para motivar y movilizar al electorado

El desafío, es mas complejo a un cuando se avecina un nuevo proceso electoral en abril del próximo año, con la elección de gobernadores, alcaldes, concejales y constituyentes.  Si este proceso de participación vuelve a retomar los bajos niveles de participación que se han sostenido en Chile, en los últimos años post 2012, estaremos en un problema mayor, si bien la participación del pasada elección anterior, al parecer fue un verano de san juan, los conglomerados políticos de todos los sectores, tendrán que hacer un esfuerzo mayor y consistente, en llevar plantillas de candidatos que tengan la capacidad de movilizar y encantar a la ciudadanía, con formulas nuevas para el nuevo electorado.

El desafío hoy de cada uno de los aspirantes a ser gobernadores, Alcaldes, concejales, es como generan espacios de dialogo constructivo y como con la ciudadanía construyen una nueva realidad para estos territorios, ha pasado el tiempo de que solo se vota por una línea política, ahora se votara por los programas de gobiernos locales y regionales, que representen el sentir y las reales necesidades de la ciudadanía.

Marcelo Carrasco Carrasco

Consejero Regional