Diputados rechazaron proyecto que daba “autonomía progresiva” a menores de edad

La Cámara de Diputados rechazó el proyecto de reforma constitucional en materia de garantías y derechos de los niños, niñas y adolescentes, el que contempla “autonomía progresiva de los menores de edad” para decidir en determinados derechos.

La iniciativa fue aprobada solo por 65 votos a favor, muy lejos de los 103 que se requerían para este tipo de normativa.

Asimismo, hubo 63 en contra y 7 abstenciones, por lo que finalmente el proyecto fue rechazado.

En síntesis, el proyecto se basa en dar a los niños la facultad de decidir cuándo y cómo ejercer determinados derechos -dependiendo de la edad.

El proyecto refundido, en dos iniciativas, una de ellas del diputado Raúl Soto, planteaba integrar en el artículo 1, el deber del Estado de promover y proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes, y no solo del Estado, sino que también la familia y la sociedad.

En medio de la discusión, la sesión fue suspendida a petición del diputado René Saffirio con el objetivo de reunir el quórum necesario para la votación.

La petición se hizo ya que un grupo de parlamentarios estaban en el homenaje que la Cámara Baja le realizó a Tom Araya, vocalista de la banda Slayer.

El diputado Soto, lamentó su rechazo y aseguró que el objetivo de la reforma era completamente “justo y necesario para el país”.

Señaló que durante los últimos años se han conocido hechos lamentables de abuso contra menores, “quebrantamiento de derechos de niños, niñas y adolescentes, por lo tanto, la recomendación de todos los expertos era esa, que los reconociéramos expresamente en la Constitución que el Estado tuviera la obligación de promoverlos y protegerlos. Además de reconocer expresamente la posibilidad de darles una protección jurisdidiccional a través de lo que es el recurso de protección”.

La iniciativa, recordó Soto, contaba hace unos meses con la aprobación transversal del Gobierno y la Comisión de Constitución, quien la aprobó por unanimidad en enero de este año, por lo que el parlamentario acusa un revés en la discusión a raíz de “la presión de grupos extremistas de nuestro país”.

“Estoy hablando de extremismo político y religioso que tergiversaron la realidad y el significado real de este proyecto para generar miedo en la población, para hacer una presión social para que se rechazara y que finalmente el Gobierno terminó borrando con el codo, lo que escribió con la mano, desconociendo su propia voluntad, su propio acuerdo”, aseveró.

Por su parte, la diputada de Renovación Nacional, Francesca Muñoz, celebró el rechazo en la Cámara Baja al proyecto de ley conocido también como autonomía progresiva.

“Era un proyecto innecesario y que generaba un problema en lo que es el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos, lo que iba a generar conflictos familiares, por eso quiero valorar que los parlamentarios votaran en favor de las familias de Chile, poniendo en primer lugar a los niños y adolescentes y no las ideologías”, dijo Muñoz.