Francisco Javier Errázuriz: “Es mejor que no haya sacerdotes homosexuales”

El exarzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz (85) fue sometido a un extenso interrogatorio como imputado en el caso Karadima.

Este proceso de 12 horas que encabezó el fiscal Jorge Escobar fue publicado este domingo por La Tercera (revisa acá el texto completo). El fiscal es parte del equipo que indaga abusos sexuales cometidos por religiosos y su eventual encubrimiento por parte de los altos jerarcas de la Iglesia Católica.

En el primer interrogatorio -del jueves 28 de marzo- se le consultó a Errázuriz por su rol en 11 casos en que se investiga a sacerdotes por abuso sexual de menores y violación. Hubo un caso -sin embargo- que concentró la mayor parte de la indagación: el que involucró al expárroco de El Bosque Fernando Karadima. Fue entonces que en dos oportunidades su defensor intervino y Errázuriz guardó silencio ante las preguntas del investigador, además, en 35 ocasiones ante una pregunta directa de la fiscalía se limitó a responder: “No recuerdo”.

A continuación algunas de las declaraciones:

“¿Usted entiende que los abusos sexuales cometidos contra menores de edad por miembros del clero son pecados o delitos?”, arremetió el fiscal. Errázuriz reflexionó que “son delitos. Hay un avance. Al principio se consideró pecado, luego una deformación sicológica y luego un delito”.

Fue entonces que la fiscalía centró su interrogatorio en el caso de Karadima. “¿Cuáles eran las obligaciones de un obispo?”, consultó el fiscal. El cardenal sostuvo: “El obispo tiene que ser humano, padre, pastor y en unos poquitos casos juez, conforme al documento de la Conferencia Episcopal”. El investigador contraatacó: ¿Usted se mostró solícito con los feligreses que acudían a hacer denuncias?. “Traté de hacerlo”, respondió. El fiscal arremetió: “¿Especialmente con las víctimas de algunos delitos sexuales?”. “Sí. El caso más horrible fue el de Karadima. El grupo que estaba en torno a él lo protegía, si bien yo era el obispo, nunca me informaban lo que ocurría. Hasta que uno, dos y tres dijeron que había abusos adentro, que fue (José Andrés) Murillo, Hamilton y después Juan Carlos Cruz. Para mí el testimonio que me convenció fue el de Juan Carlos Cruz. Por eso, cuando supe, le pedí instrucciones a monseñor (Charles) Scicluna para saber qué pasos realizar” y -aseguró Errázuriz- que lo fue a ver a fines de 2009.

“Entonces, monseñor Scicluna, que tenía mucha experiencia, me dijo que ‘no es competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe ver esos casos’, porque es su competencia solo cuando hay menores de edad. Era competencia nuestra, entonces señaló que iban a llegar muchas cartas de buenas referencias del acusado, pero que no les hiciera caso. En el mes de abril de 2010 se presentó un cuarto denunciante, que era un menor de edad cuando fue abusado y entonces envié los documentos a Roma”.

– ¿Fue en ese momento a hablar con Scicluna?
Fui inmediatamente después de agosto del año 2009. Yo tenía que convencerme si la denuncia era verosímil o no.
2. Víctimas de Karadima
Errázuriz fue interrogado justo un día después de que la Corte de Apelaciones de Santiago dictara una histórica sentencia en contra del Arzobispado de Santiago ordenando indemnizar con $ 300 millones a las víctimas del caso Karadima
– En cuanto a la condena del arzobispo de Santiago del día de ayer, en la que se da cuenta de los hechos que afectaron a las víctimas de Karadima, ¿qué le parece a usted?
Por lo menos la sentencia no dice que hubo encubrimiento. Eso me parece importante. Si consideran que no hubo muchas diligencias, bueno, es un juicio como cualquier otro.
– ¿En cuanto a las acusaciones de las víctimas de Karadima?
Era muy difícil creer en la acusación del doctor Hamilton, porque era un doctor, era padre de familia y él decía que fue abusado por casi 14 años. Sin embargo, invitaba a Karadima a su casa, lo invitó al bautizo de sus hijos. En fin, costaba creer en esa denuncia por las circunstancias.
– Entre el 2004 o 2005 hasta cuando va a hablar con monseñor Scicluna, ¿en qué momento fue verosímil para usted?
Yo creo que fue verosímil para mí con Juan Carlos Cruz. El padre (Eliseo) Escudero tendía a creer la verosimilitud de las denuncias. Yo le pedí que hablara con monseñor Andrés Arteaga, ya que él era un hombre objetivo y conocía muy bien al padre Karadima y los denunciantes y él no encontró los hechos verosímiles.
– ¿Aun cuando Arteaga era parte de la Pía Unión Sacerdotal?
Aun cuando era parte de la Pía Unión Sacerdotal, yo le solicité a él, porque le tenía mucha confianza.
– ¿Sigue pensando eso?
Para mí era objetivo en ese momento.
– ¿Cree que fue objetivo en ese momento?
Yo creo que se equivocó. Pero lo creo hoy, que se equivocó.
En su segunda declaración, Errázuriz profundizó en los motivos por los cuales escogió a Arteaga para establecer la verosimilitud de las denuncias que pesaban sobre el hoy exsacerdote Karadima. “Él era crítico del padre Karadima y conocía también a sus acusadores. Ante mí había dado una visión crítica del padre Karadima. No recuerdo el tenor de las críticas, pero sí recuerdo que era crítico de él”.
3. Negligencia
“¿Ha actuado con negligencia? ¿Usted se negó a tramitar las denuncias solo en base a la opinión de Arteaga y la fama de Karadima?”. Ante ambas preguntas intervino el defensor Juan Domingo Acosta y quedó constancia de que Errázuriz no contestaría para “salvaguardar su derecho a defensa”, en la primera, y “por pregunta impertinente”, en la segunda. También dijo no recordar haber enviado una carta a los párrocos de Santiago en que defendía a Karadima.
4. Homosexualidad en la Iglesia
En la segunda declaración y luego de que el mismo Errázuriz hiciera referencias a situaciones de relaciones homosexuales entre sacerdotes que, además, tenían denuncias por abuso, la fiscalía consultó: “A su juicio, ¿la homosexualidad es incompatible con el sacerdocio?”. El exarzobispo sentenció que “es mejor que no haya sacerdotes homosexuales. No está excluida una persona que domine totalmente su homosexualidad, pero la mayoría quiere tener la certeza de serlo y hacen actos de homosexualidad”.
5. Centro “terapéutico” para curas homosexuales
Una de las denuncias que indaga el Ministerio Público es respecto del sacerdote Héctor Domínguez, a quien Errázuriz envió al extranjero en medio de las acusaciones. “Otra medida que tomé fue enviar al sacerdote Domínguez al Centro Terapéutico Alberione, centro especializado en ayuda sicológica a sacerdotes en Guadalajara, allá estuvo desde mediados de mayo de 2009 hasta fines de julio de ese año”, dijo. Agregó que ese lugar trataba “a sacerdotes en casos de alcoholismo que eran homosexuales y conductas indebidas”. “¿Quién costeaba esto?, preguntó la fiscalía: “El Arzobispado (…). Eran “medidas terapéuticas, son de sanación”, respondió Errázuriz.