Ampuero y su peso político al enfrentar La Haya

Compleja ha sido la instalación de Roberto Ampuero como ministro de RR.EE. En solo seis meses, el jefe de la diplomacia nacional ha tenido que enfrentar una serie de desafíos que lo han obligado a redoblar sus esfuerzos, considerando que su origen profesional no había estado vinculado de forma importante a la diplomacia.
A los pocos días de llegar al cargo tuvo que asumir la vocería de Chile durante los alegatos orales del juicio contra Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y luego en breve tiempo se abocó a generar nexos con la región. En esa tarea, asumió un liderazgo relevante al encabezar una serie de acciones ante las crisis de Venezuela y Nicaragua.
Entremedio, fue criticado por la demora en la designación de embajadores y tuvo que encarar polémicas como la nominación de Pablo Piñera en Argentina y su vínculo con el renunciado ex ministro de las Culturas, Mauricio Rojas, junto a quien escribió el libro Dialogo de Conversos, donde ambos cuestionaron el rol del Museo de la Memoria.
Pero más allá de esos episodios, esta semana asoma decisiva para Ampuero, ya que junto con acompañar al Presidente Sebastián Piñera en su gira a EE.UU. con motivo de la 73° Asamblea General de la ONU y la cita que sostendrá con Donald Trump, tendrá que abordar el escenario que abrirá la sentencia de la CIJ de La Haya sobre la demanda boliviana.
Se trata de una prueba aún mayor a las mencionadas y que de alguna forma marcará de forma fundamental el futuro de su labor como secretario de Estado. Sin embargo, de acuerdo a lo expuesto por expertos y políticos, el titular de RR.EE. llega con un buen respaldo político para abordar la nueva etapa que abrirá el veredicto del tribunal.
Según el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile, Gilberto Aranda, “estos días van a ser cruciales para el canciller, pero tiene una muy buena imagen pública, una nota ciudadana alta y a pesar que las relaciones exteriores no han sido su dedicación durante su vida, ha sido cauto, precavido y oportuno para sus declaraciones”.
“Van a ser cruciales por la reacción que tenga ante lo de La Haya. Si el escenario es el que Chile menos desea, que nos obliguen a negociar, es mucho más difícil y va a estar sometido a una mayor presión. Pero en estos días todo está bien complicado, porque sabemos que Venezuela nos ha implicado en el supuesto atentado contra el Presidente Nicolás Maduro”, añadió.
En ese contexto, Aranda advirtió que “las declaraciones, actos y gestos que haga el canciller pueden ser cruciales, sobre todo porque va a haber hoy un encuentro entre Trump y Piñera. Si no toma determinadas medidas para no respaldar todas las frases de Trump, podemos aparecer apoyándolo, siendo que dijo que la intervención militar es posible”.

“Ese si sería un escenario desfavorable. Por lo tanto, hemos visto un canciller que ha actuado de forma muy seria, responsable y oportuna, pero creo que esta semana tanto por la cuestión de Venezuela como la de Bolivia puede ser crucial para hacer una evaluación de su gestión al mando de las relaciones exteriores de Chile”, concluyó.
En tanto, el analista internacional y profesor de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, sostuvo que “la evaluación del canciller debe partir por destacar el grado de coherencia que ha tenido respecto a la política exterior chilena, tanto en el gobierno de Michelle Bachelet como en el anterior gobierno de Piñera”.
“Es decir, mantiene un discurso que va asociado en la práctica a destacar el respeto al derecho internacional de Chile, la voluntad de cumplir los fallos, de ceñirse exactamente a lo que la Corte ha señalado que está en disputa frente a esta resolución y después de las objeciones preliminares y donde la soberanía no está en juego”, indicó.
En ese contexto, Holzmann subrayó que “los elementos adicionales que ha colocado Ampuero es una mayor presencia mediática y a través de redes sociales para responder uno a uno los dichos que emite ya sea Evo Morales o su canciller. Y en esa perspectiva, creo que tiene una línea sólida”.
Sobre cómo llegará el ministro al fallo, el presidente de la Comisión de RR.EE. de la Cámara de Diputados, Pablo Vidal (RD), señaló que “comprendiendo que no viene del mundo de la diplomacia ni de las relaciones internacionales se ha hecho asesorar bien. Ha buscado apoyo en otras personas y ha tenido mucha disposición a dialogar”.
“Además, ante la sentencia, su rol como canciller es más político. Desde el punto de vista técnico los antecedentes han sido administrados por el agente Claudio Grossman. Así que creo que sería injusto responsabilizarlo en cualquier sentido, para bien o para mal, del resultado del lunes”, advirtió.
Según Vidal, Ampuero “asume el rol ahora y creo que es injusto juzgar su desempeño posterior a partir del resultado de la sentencia, que no depende de él. Hay algunas declaraciones que ha hecho que a mí me han parecido adecuadas y otras que no me han gustado, pero en general creo que ha tenido un desempeño razonable a las expectativas”.
En tanto, consultado sobre si llegará en buen pie político ante el veredicto, el presidente del PPD y ex canciller, Heraldo Muñoz, respondió que “creo que sí, pero ahora no es el momento de evaluaciones, porque acá está en juego el interés nacional, y cuando eso pasa todos cerramos filas y nos ponemos la camiseta de Chile”.
“Yo no le voy a dar consejos al canciller, él sabe muy bien lo que hay que hacer. Yo voy a apoyarlo en todo lo que sea la respuesta que él tenga a la sentencia. Cuando tenga cosas que decirle al canciller, nos reunimos como ex cancilleres y tenemos la reserva como para opinar sobre los distintos temas de la política exterior”, añadió.
En cuanto a los desafíos que tendrá que enfrentar tras el fallo, Muñoz dijo que “su desafío es analizar el fallo y responder en representación del Estado de Chile. Vamos a estar detrás de él y el Presidente, en esto no hay diferencias entre el Gobierno y la oposición, estamos detrás de los intereses nacionales y superiores”.

Mientras, Vidal expresó que “lo que yo espero de las autoridades chilenas y bolivianas y en particular del canciller es tranquilidad, entender la sentencia en su mérito, que no acá no está en juego la soberanía ni el territorio nacional. Acá la posibilidad de negociar si es que así lo estableciera la Corte es algo a lo cual Chile siempre ha estado disponible”.
“Por lo tanto, espero que las autoridades y en particular el canciller sean capaces de transmitir esa tranquilidad y serenidad a nuestro pueblo y no caer en esos mensajes chovinistas o populistas que pretenden incluso enarbolar miradas bélicas o levantar agendas que en el fondo no corresponden al tenor que va a tener la sentencia”, concluyó.